13.5.09

LIBROS Y CIUDADES | relatoría viernes 8 de mayo.

A diferencia de otras, esa mañana arrancó despacito. Mate de por medio –gracias Tomás...que se repita!- los presentes arrancamos con la exposición de los trabajos producidos para la fecha.

Lo primero en aparecer, antes de cualquier introducción, fue cierta mezcla de angustia y ansiedad visible en el comentario de que al investigar las ciudades en los libros, no habían podido responder la pregunta “tal”, o que la pregunta “cual” había quedado por la mitad… como abriendo el paraguas antes de que llueva –metáfora pertinente para esta mañana de lluvia en la que escribo mi relatoría-. Para algunos surgió de inmediato, y para otros de manera inconscientemente el objetivo principal del trabajo: descubrir que un solo libro o una cantidad finita de ellos con poca pertinencia, no es suficiente para hablar de una ciudad, su arquitectura y su historia.

Hablamos de libros, entonces, ya con Sandra Rua incorporada al grupo cuando arrancábamos con los trabajos de Tomás, Laura y Maite. Laura utilizó y mencionó el libro de Morris, A. “Historia de la forma urbana. Desde sus orígenes hasta la Revolución”, ed. G.Gili; pronto hicieron lo suyo Ayelén, Camila, Regina, Casiana, Camila, Candelaria, Martín, Daniela, Romina y Álvaro con los libros de Fletcher, B “Historia de la Arquitectura”; Benévolo, L. “El diseño de la ciudad”, ed. G. Gili; Sabugo, M. “Roma: territorio, ciudad y arquitectura en la antigüedad” Ed. Espacio Editora; Mango, C. “Arquitectura bizantina”, ed. Aguilar; e Iglesia, R. “El legado griego”, Ed. Espacio Editora; para dar cuenta de ciudades como León, París, Roma, Constantinopla y Atenas.

Hablamos de los recortes propuestos por cada autor, en donde cada ciudad era abordada de manera diferente: a veces como el objeto de estudio en si misma (Sabugo), y a veces como un caso de estudio que ejemplifica una temática observada (Mango); y la necesidad de cruzarlos, para interpretar los diferentes contextos expuestos y reflexionar al respecto.

Surgieron respuestas complicadas a preguntas muy sencillas. ¿De qué año es ese plano? o ¿de quién es esa cita?, parecían preguntas paradigmáticas sin respuestas. Llegamos a la conclusión de la necesidad de colocar epígrafes en cada gráfico, ampliando lo que se transmite o informa con la imagen; y a citar correctamente un texto, ya que por momentos parecía que todos los autores habían escrito el mismo libro!. Para ello acordamos citar de la siguiente manera: Nombre del autor, Título, Editorial, y en lo posible Ciudad y año de impresión.

Como cierre leímos el Hoja Nº 3, dando paso al ejercicio del Viernes próximo sobre territorios, dejando en el aire la pregunta de investigar de qué manera podemos coser algunas de las ciudades estudiadas.

En la mateada del 15, me anoto con algo dulce!

Alejandro Schwindt